Elecciones 2011. Rubalcaba ¿es que querría ser el dictador ‘exclusivo’?
Es pavoroso ver el sectarismo lacayo de “El País” que, en manos de la más pura y dura masonería, ‘pelea’ (según el lema electoral del PSOE) por… ’lo que quiere’ (según dicho lema), es decir, por apoyar desesperadamente a Rubalcaba cuando ve que ambos --que pertenecen, sin duda, a la misma obediencia masónica y, por eso, se ‘deben’ mutua ayuda a su mutuo enriquecimiento-- van a perder el chollazo de estar chupando del bote por el mero hecho de haberse colgado la etiqueta de ‘socialistas’ cuando ambos solamente han estado ‘luchando’ por lo único que realmente ‘quieren’ para sí mismos (obsérvese que en su vocabulario no está el fomento y defensa de la justicia, la paz, la defensa del necesitado, etc., sino ‘lo que quieres’, en confesión escandalosa del más cerril egoísmo insolidario): llenarse los bolsillos a base de engañar cuanto haga falta ¡ precisamente! a los necesitados que, por serlo, también suelen ser los más ¡ingenuos !…
En esta línea, “El País”, erigido en portavoz gratuito de Rubalcaba, le dedica nada menos que cinco páginas completas de su edición del viernes 18 de noviembre. Y saca a portada que ese señor está ‘preocupado’ con que el partido alternativo pudiese alcanzar mayoría absoluta. Y añade que cree la conveniencia de que el partido autodenominado ‘socialista’ siga siendo ‘fuerte’.
Pues bien: estas ideas son novedosas en Rubalcaba, que se ha esforzado denodadamente, desde los infaustos atentados del 11-M de 2004, en ‘machacar’ al partido alternativo procurando por todos los medios y formas --desarrollados, cómo no, por “El País”-- que ‘desapareciese’ ese partido del mapa político, o poco menos.
¿Qué pasa? ¿Que la ‘democracia’ sólo está a salvo mediante el ‘partido único’ del que vive Rubalcaba desde hace treinta años? ¿Que si este partido es quien obtiene mayoría absoluta y puede gobernar ‘absolutamente’, ¡todos contentos!?
O sea: ¿es que si Rubalcaba gobierna sin oposición alguna (es decir: dictatorialmente), la vida ‘democrática’ no se resiente, en tanto que si gobierna cualquier otro, aunque sea contando con todos los ciudadanos y por decisión libremente expresada en las urnas, hay que echarse a temblar?
¿No será que, más bien, tendrían que echarse a temblar entonces todos aquéllos que están viviendo opíparamente estos últimos años a costa de los desfavorecidos a quienes engañan sistemáticamente con una demagogia deleznable?
¿No sería mejor para todos que esa ‘clase’ de ‘dictadores frustrados’, dictadores social-fascistas al más puro estilo musoliniano, fuera extinguiéndose poco a poco, a medida que fuese habiendo trabajo para todos y basándose la convivencia en la dinámica de una población de ‘clase media’, culta, competente, solidaria, justa y pacífica; en vez de empeñarse esos social-fascistas en mantener muchedumbre de parados y de nuevos jóvenes esclavos de las drogas y la ignorancia gracias a una ‘enseñanza’ (¡a cualquier cosa se llama ‘enseñanza’!) pública impartida (¡a cualquier cosa se llama ‘impartir’!) por ignorantes sectarios que aspiran a suceder algún día a los dictadores social-fascistas?
Recordemos la arenga que el ‘socialista’ (¡a cualquiera le dejan cobijarse bajo esta etiqueta!) y masón de grado máximo, Tierno Galván, dirigió a los jóvenes que ‘festejaban’ su ascenso hasta la alcaldía de Madrid: ¡es el momento de que os fuméis un porro! --vino a decir--.
Porque, efectivamente, los social-fascistas sólo esperan acrecer sus canonjías si cuentan con nuevas generaciones esclavizadas por la droga y el desánimo y a quienes tener ‘sometidos’ con la promesa de seguir facilitándoles esas drogas (anestésicos duros) como quien tira migajas a ‘leprosos’ míseros y hambrientos en sus guetos.
Francamente, y sinceramente, creemos que la histérica desesperación que muestra “El País” en apoyar a Rubalcaba y su social-fascismo es flaco favor que le hace y nos hace a todos.