Elecciones 2011. Programa oculto de Rubalcaba y obediencia masónica

Parece que el candidato Pérez Rubalcaba, no sabiendo cómo encubrir ser el responsable --junto con los otros miembros del Gabinete Zapatero-- del hambre de cinco millones de parados y la ruina en que está España, se empecina en hacer una campaña ‘del miedo’, achacando al candidato alternativo toda suerte de intenciones tenebrosas. Nos hace recordar el sabio refrán que dice: “cree el ladrón que todos son de su condición”.

Porque resulta pintoresco que Rubalcaba acuse ‘al otro’ de ir a hacer esto y lo otro que tilda de horroroso… cuando ha sido precisamente él, partícipe del Gobierno socialista, quien ha arruinado el tan cacareado Estado del Bienestar al haber despilfarrado el dinero de los españoles repartiendo enormes cantidades e increíbles prebendas entre sus paniaguados, fuesen prebostes independentistas, altos cargos nombrados a dedo como titulares de sabrosas canonjías, sindicalistas instalados en ‘la sopa boba’, o simples empresarios amiguetes con quienes repartirse el pastel…

Y es que a éstos, que se cuelgan la etiqueta de ‘socialistas’ como truco con que engañar a los ingenuos, lo único que realmente les importa y pretenden es su propio lucro : cuanto mayor, y más duradero, y más desligado sea del justo ‘mérito y capacidad’, mejor. Aunque sea a costa de machacar a los ingenuos que, engañados, les encumbraron.

Es lo que la Historia nos muestra con terquedad: ¿cómo dejó España el Gobierno de Felipe González y su ministro Solchaga? Sumido en la bancarrota y el desempleo. ¿Cómo lo dejará ahora el de Zapatero y Rubalcaba? Igual: en la más dramática recesión, ruina, y hambre de millones de parados.

Por tanto: ¿quién ha destruido ya el Estado del Bienestar? Rubalcaba y los demás de ‘su’ Gobierno. De aquí la desesperación de este señor por encubrir esta situación de miseria, desmembración y parálisis en que ha puesto a España.

Pero lo que llama la atención es que Rubalcaba acuse a su principal competidor de tener un ‘programa oculto’ que, de conocerse, retraería a muchos, cuando él, por su parte, nada dice de su --a lo que parece-- compromiso de obediencia masónica.

Y ¿saben ustedes en qué consiste una tal ‘obediencia’? Pues ni más ni menos que profesar el principio de que ‘el fin justifica los medios’ y, por tanto, supeditarlo TODO, absolutamente TODO, a lograr ¡ por encima de TODO! el lucro privadísimo de los miembros de la Logia.

¿Defensa de los débiles o menesterosos? ¡De ningún modo!: jamás el masón de alto rango se preocupa por los demás y, menos aún, por los ¡ despreciables! que carecen de ‘influencias’ de las que sacar provecho propio…

Y por eso la política social de los masones consiste ante todo, y sobre todo, en lograr que la población sea lo más degradada, inculta, mísera, depravada posible,… porque este tipo de población es el más ‘manejable’ y el que más fácilmente se convierte en ‘esclavo’ del masón de turno…

Esto ha sido así desde la formación medieval de la masonería cuyo propósito era exclusivamente el repartirse el pastel mundial de la construcción de catedrales (¡ gran paradoja!) y otras fábricas monumentales…

Hoy es el repartirse el pastel mundial de los Gobiernos nacionales. Y por eso también la masonería es partidaria de las ‘repúblicas’ (porque los Presidentes de turno, en su ambición de alcanzar el cargo, siempre serán más dados a avenirse a ‘contraprestaciones’ secretas…); y partidaria de los movimientos independentistas (pues también serán siempre más ‘manejables’ los pequeños Estados y sus --a ser posible-- ‘dictadores’); y de promover esa depravación social (drogas, hedonismo, supresión de valores humanos,…) que convierte en mendigos y lacayos a los viciosos; y de la incultura (cuanto mayor, mejor) gracias a la cual el gobernante se asegura que nadie será capaz de ¡ ni tan siquiera ‘enterarse’! de cuánto y cómo se perpetúa y enriquece (y menos aún --claro--, de descubrir sus engaños demagógicos y sus disparates ideológicos --recuérdense los de Hítler, por ej.--); y etc.

Por este motivo, y no por otros, la masonería nos parece socialmente muy peligrosa. Y es por esto por lo que, si fuésemos prudentes, jamás deberíamos prestar apoyo a quienes, como Judas, estén siempre dispuestos a traicionarnos en cuanto algo les afecte su bolsillo y su paranoia.

¿Programa oculto de Rubalcaba? La obediencia masónica a la que, según todos los indicios, está sujeto.