Halloween es una fiesta masónica para ensalzar un hedonismo satánico que profana a los muertos
El jolgorio comercial
de Halloween no es un mero pretexto para enriquecer a profanadores
de tus muertos: familiares, amigos,
vecinos y demás humanos: es mucho más y peor que eso, si… nos fijamos en la conexión que
tiene con los rituales de admisión en las Logias masónicas de grado 29 al 33 por
ejemplo; y con los demás fundamentos filosóficos implicados en esto.
1/ En este
ánimo, recordaremos, en primer lugar, que esos rituales incluyen vejaciones sádicas, junto con actos de adoración satánica al tiempo que el ‘pisoteo’ --descripción literal-- de todo signo
religioso --del crucifijo, en concreto-- que
la pudiese enturbiar.
2/ Después, la semejanza
de esto con la tercera tentación demoníaca a Jesús narrada en los Evangelios.
3/ Un apunte ontológico que podría
explicarla: ¿renegaremos de nuestra realidad
existencial?.
4/ Traducción
práctica de tal reniego, vertida en el principio filosófico --que
profesa la masonería como justificante supremo de sus actos-- de que “el fin ¡SÍ! que justifica los medios que empleemos…”
5/ Aquí, nueva
disyuntiva filosófica: ¿elegiremos el hedonismo, en vez del amor solidario?.
6/ Porque… el
asumir ser
partícipes --uno más, de entre muchos-- de la Creación, excluye el
hedonismo.
7/ Del posible porqué, en fin, por el
que Lucifer
se volvió un
‘renegado’ que incita al hedonismo.
Y 8/, finalmente,
el porqué todo esto cristaliza en el invento
y promoción --masónica-- del negocio del ‘halloween’.
Comencemos pues, por el ritual
de admisión que ha de superar cualquier aspirante a una Logia de grado
alto.
Este ritual se
caracteriza por dos componentes, a cual más
repugnante.
1º/ El
primero, consta de una serie de sádicas vejaciones
que hacen del postulante una piltrafa humana. Como expresión del compromiso de,
en lo sucesivo, la obediencia ciega con que acatará
--renunciando a su propio criterio y voluntad--
las decisiones que adopte ‘La Logia’ en la que entra.
Y diremos en seguida que esto es ya toda una profanación de la supuesta ‘democracia’ que se invoca, y que es más bien
simple conjura para atropellar
--si conviniere-- hasta los más ‘sagrados’ Derechos Humanos de las demás
personas. Sin otras limitaciones que las que imponga la vil astucia que asegure
el éxito…
2º/ El
segundo componente incluye actos explícitos de adoración aL diablo
y repudio del crucifijo o de toda
otra representación religiosa. El
auténtico significado de esto se encuentra, sin duda, en la tercera tentación a Jesús en el desierto: “todas
estas riquezas del mundo te daré --le dice Satanás-- si postrándote ante mí, ¡a mis pies!, me adoras”.
3º/ O lo que es lo
mismo:nos tienta con que reneguemos de nuestra
condición ontológica de seres ‘contingentes’,
es decir, seres que NO existimos ‘porque’ nos dé
la gana ni ‘como’
nos dé la gana, sino que
existimos ‘dependiendo’
de otras existencias externas. Y entonces, renegando de esta realidad por la que venimos OBLIGADOS a ‘compartir’
solidariamente nuestra existencia con todas esas otras de las que, a la
postre, dependemos;… ¡en vez de esto!, pongámoslas ¡a todas esas! a nuestro servicio, antojo y placer
caprichoso.
4º/ Es decir: que rijamos nuestro comportamiento por el mero y más puro y duro HEDONISMO: el más salvaje y frenético que,
bajo forma de
principio filosófico, se enuncia como que “el fin
justifica los medios: ¡CUALQUIER! medio”…
Con la sola excepción --claro--, o autocontrol, de cuanto nos haga ese
hedonismo más fácilmente accesible, factible y duradero… y confiando, además,
en lograrlo conforme nos promete Satanás si le adoramos… Que son ¡por eso y para
eso! --y no por otros motivos-- los rituales que habremos de soportar al ingresar en ‘esas Logias’ de altos vuelos…
5º/ Y es
que ese HEDONISMO enloquecido --que es el que predica Lucifer y asumen las
cúpulas masónicas como meta para sus miembros-- es intrínseca, existencial, y ontológicamente
¡CONTRARIO!
a ese AMOR solidario, compartido, JAMÁS expresión
de EGOÍSMO aislacionista,… que es... la razón de que el propio ‘Dios’
--el que “Existe por Sí Mismo”--, sea un ‘Dios-Creador’…
6º/Porque,
en efecto, éste existir “por Sí Mismo” supone indefectiblemente
que, entonces, como existe porque a Él le dio la gana y como a Él le da la gana, es INEVITABLE que sea un existir ‘autocomplacido’
(porque, si no lo fuese, no tendría más que cambiar hasta serlo…). Autocomplacencia pues, que es AMOR INFINITO (puesto que,
como existe ‘como le da la gana’, carece de LIMITACIONES externas: es ‘infinito’).
Pero AMOR que, por serlo, TAMBIÉN quiere ser ‘participado’ a otras existencias. Y por eso y para eso es Dios-Creador (es decir: que lo es para que toda su Creación participe de Su AMOR… ¡al unísono y en solidaridad!. Y
NUNCA --nunca-- mediante ‘egoísmos’ aislacionistas).
Lo cual --y conforme dijimos en el punto anterior--, intrínsecamente excluye el ‘hedonismo’ frenético de querer
poner todo el Universo al servicio de nuestro
propio capricho… EN VEZ DE ponernos
nosotros, por el AMOR que compartiremos, al servicio de todos los demás.
7º/ Pero aquí --y si se nos permite-- cabe hacer un
curioso inciso: ¿Por qué Lucifer --que fue una creatura más de entre todas las creadas-- tuvo la mala ocurrencia de ‘rebelarse’ contra su Creador? ¿Cómo, un
espíritu no condicionado por las leyes cósmicas ‘materiales’ (como nos condicionan
a los humanos), pudo
ser tan estúpido como para rebelarse?
A nosotros
modestamente se nos antoja una posible ‘explicación’ --aunque sin que sirva de rescate alguno para la estupidez
incurrida--: pudo ser, digamos, por la soberbia frustrada de que el Dios-Creador,
en su designio de ‘encarnarse‘ en su
propia Creación (para revertirla así hasta Sí-Mismo con la infinita ‘pleitesía’ de que sólo --claro está--
Él-Mismo es capaz, y sólo Él, de
prestársela ‘de condigno’), ¡no! le
eligiese a él, ¡Lucifer! (o al tipo
ontológico que él representaba, excarcelado
de leyes ‘materiales’, cósmicas),… y fuese ¡a elegir! en cambio, para
encarnarse y asumir en ello toda Su Creación,… a un ‘tipo’ de creatura tan frágil
y tan limitada por el espacio-tiempo como es el humano…
Aunque ¡lo absurdo, lo tremendamente
tonto de este ángel ensoberbecido, es que, ofuscado en su soberbia, no percibiese que precisamente el humano (que
aunaba la libertad del espíritu junto con el determinismo corpóreo y que, ¡por
eso!, en su naturaleza --humana-- ‘resumía’ (representaba) ya a TODA la Creación) era casualmente el ‘tipo’ de creatura más idóneo en que ‘encarnarse’!...
En cambio, parece que
Lucifer, el muy imbécil, se lo tomó
como insufrible humillación… Y máxime cuando, ¡encima!, a ese pobre ser, el
humano, tan mediatizado por las leyes materiales del Cosmos en que --por así
decirlo-- ‘se le ubicó’, se le
otorgó nada menos que el más notorio reflejo
del propio Dios-Creador: el hacerle también capaz
a él --que era un pobre ¡mequetrefe! existencial--…;
capaz, decimos, nada menos que… de ¡crear! (engendrar) también a otros…
Por esto es tal vez por
lo que el demonio tentó luego tan fuerte a Adán y Eva con la idea de que, si
podían ‘crear’, es que podían ser ‘como Dios’,
y podían, por tanto, ‘independizarse’
ya de su Creador…
Y es --pensamos-- esta misma
tentación la que sin duda subyace en ese “¡disfrutad
a tope de todo cuanto podáis
rapiñar al Universo entero!” --hedonismo
frenético-- “que yo, Satanás, os
pondré en bandeja todas las riquezas del mundo si postrándoos ante mí, me
adoráis…” Tentación en la que, por cierto, parecen picar, como memos, los
tontainas ésos que hacen también esos tontainas y repulsivos rituales de
‘ingreso’ en sus grupitos muy-muy… ‘exclusivos’…
8º/ Pues todo esto, y no otra cosa, es lo que encierra esta
por tantos motivos --como se ve-- ESTÚPIDA celebración de un ’Halloween’ a modo de
‘rebelión’ contra la inexorable ‘muerte’ terrenal que limita al ser humano, y de la que se hace mofa y befa en tal
festejo… ¡junto con
la burla y profanación de los
que ya murieron!. (En vez de recordarlos con
el debido respeto…)
Mas… ¿por qué este enloquecido desvarío? Pues porque responde al ritual de
acogida de nuevos miembros en las altas Logias
masónicas: burlarse de la muerte como forma de incitar al más cerril hedonismo del… “¡aprovéchate cuanto puedas y
de todo lo que puedas y mientras puedas!”
Y burlarse también
de la muerte como si, con eso, pudiésemos escapar de nuestra
‘contingencia’ existencial para hacernos --¡insensato IMPOSIBLE metafísico!--… “como
Dios”.
Porque ése es,
seguramente, el trauma y ‘tormento’ que
¡por imbécil! tiene --y ya ad aeternum-- el torpe diablo: el haberse
emperrado en el IMPOSIBLE de ser ‘como
Dios’… cuando NUNCA podrá serlo…
No caigamos
nosotros en esa misma memez… Y ni tan siquiera en la de enriquecer a los
avispados que
más y más efímeras formas de hedonismo INSOLIDARIO
quieran vendernos…
Dr. Prof.
Fernando Enebral Casares