Democracia orgánica y terror republicano, aspiración de los destetados de las ubres del Estado
Los más chupones de las ubres del
Estado, que
las sangran camuflados con demagogias de lo más abyectas, están
que trinan porque el nuevo Gobierno de España los está destetando sin
contemplaciones.
Entre ellos
se encuentra esa pléyade de provincianos paranoicos,
obsesionados con ser cabezas de ratón a toda costa (y todo coste), que los
votos de sus ingenuos vecinos quieren seguir comprándolos con lo que consigan rapiñar mediante amenazas a todos los
demás españoles.
También están
los cabecillas
de lo que ha dado en llamarse ‘partidos’
políticos y no pasan de ser más que ‘sectas’ de cada personalismo de turno:
que se llenan la boca con arengas de que quieren el bienestar de todos, cuando lo que
realmente persiguen con ambición
obsesiva es ‘su’ propio e
intransferible ‘bienestar’ a costa de las subvenciones del Estado y sus coches
oficiales y quién sabe si otras posibles y muy privadas ‘prebendas’ al estilo
de ‘socialismos’ como el de Strauss Kahn
que defiende el libertinaje…
E igualmente se encuadran en aquellos chupones, prominentemente, sectores y directores sindicalistas que comen la sopa boba a costa de los sufridos y legos trabajadores a quienes embaucan con soflamas de hace dos siglos y cargadas de bajezas y mentiras…
Todos estos,
y otros de parecido ‘talante’, es lógico que estén que trinan por que se les va a
acabar el chollo de enriquecerse a
base de vampirizar las arcas del Estado. Y es que tanto y tanto mamaron
de ellas que han llevado a la Hacienda
Pública a la más profunda quiebra. De modo que si queremos realmente salvar
ese tan cacareado (demagógicamente
por ellos) Estado del Bienestar (tan diferente al ‘estado de SU bienestar’ que se tenían tan bien montado), es
imprescindible que les destetemos tajante
y urgentemente.
Lo que ya no es soportable es que, encima de haber llevado a
la ruina a millones de trabajadores, ahora reivindiquen los sindicalistas la vuelta
de esa ‘democracia orgánica’ que
tanto denostaron cuando no les beneficiaba;
y los politicastros el salto atrás hasta
ese terror republicano que
ejercieron en los años 30 los de su misma ‘secta’
tras dar un golpe de Estado con saqueos e incendios callejeros.
La ‘democracia
orgánica’
consistía en reservar en Las Cortes un cupo para que representantes sindicales
tuviesen voz y voto en la elaboración de las leyes, y que es lo que parece que los sindicatos pretenden ahora con
convocar algaradas callejeras para que las leyes sean como ellos quieran…
Y lo del terror
republicano consistía en agitar la calle animando a toda clase de desmanes ‘populacheros’,
incluídos el robo, la agresión, el incendio y el asesinato --pregúntesele al
Sr. Carrillo, por ejemplo, por los diez mil fusilados ‘porque sí’ en
Paracuellos del Jarama bajo su particular 'dictadura'--, y que es a lo
que animan ahora algunos cabecillas ‘socialistas’
que tienen de ‘socialistas’ sólo el oportunismo de buscarse la vida desde su
posición de ‘hijos o hijas de papá’ --pregúntesele, si no, a Elenita Valenciano--
cuando su ineptitud profesional es tal que, como no sea ‘haciendo pasillo’ para
prosperar a costa de enjabonar a los del ‘partido’,
no tienen porvenir alguno.
Pues ni lo
uno ni lo otro. Sino --sensatamente-- destetar
de una vez a todos esos parásitos, enfermos
de ambición, que
han llevado ya al desempleo
y la miseria a
más de 5,6 millones de trabajadores en España…
Lo que
debería hacer toda esa patulea de avispados, desde el PSOE a CCOO, desde Andalucía a Cataluña, y etc., es
dimitir y marcharse allí de donde nunca debieron salir… si es que hubiesen
tenido y les quedase aún algo de honor y pundonor después de haber saqueado tan salvajemente a España.