Inigualable espectáculo del Concierto de Año Nuevo
Como todos los años, el Concierto que la Orquesta Filarmónica de Viena organiza
en el Musikverein (foto Georg Hochmuth, Ag Efe) para recibir el Año Nuevo es,
creemos, el mejor espectáculo que
nos ofrece la televisión: conjunción
asombrosa de música, imágenes, danza,
encadenado de arte, solaz para el
espíritu, recreo de los sentidos, ensueño, plasticidad, armonía, colorido, sugerencias,…
Hay
que recordar que la música en mucho más
que sonido; la danza, mucho más que movimiento; las imágenes, más que luces, cromados y perfiles; la
armonía, superando y perfeccionando el todo; el ensueño, nostalgia feliz y esperanza de mejor futuro; el solaz del espíritu, descanso con que proseguir luego, reconfortados,
nuestro vital peregrinaje.
Y todo
esto se resume, con acierto, en la estética
multiforme que nos brinda en 2013
el realizador (hoy, Werner Boote) de
este evento: resaltando cada instrumento cantor; mostrando la belleza
del recinto; asomándose a paisajes extasiantes; siguiendo las evoluciones del ballet de la Ópera (desdibujando hábilmente
los fondos de cada luminoso decorado);….
El director, Franz
Welser-Möst, de batuta sobria y oportuna, con sus notas de estudiado humor, repartiendo peluches a los solistas de la última partitura…
Y un único ‘pero’:
que tan inigualable y culturalmente exquisito
espectáculo con que comenzar el año, no
se reprograme en las televisiones para poder deleitarnos con segundas y aun
terceras audiciones…
Tal vez así recapacitaríamos que la solución a los problemas nos vendrá en la solidaridad en paz y concordia, y desde la armonía de
empeños y proyectos…
¡Feliz Año!