El Congreso se divierte (fin de la cita): comparecencia en Las Cortes sobre el caso Bárcenas
Nuestro título es
cita textual del de un delicioso musical de los primeros del cine sonoro en 1931, dirigido por Erik Charell e interpretado por la
encantadora Lilian Harvey, que también protagonizó en
1930 “El
trío de la bencina” y en 1933 “Mi debilidad” (¡ay: la que siempre alguna
tenemos…!).
Lo
traemos a colación de forma parecida al cuentecillo
que con humor expuso Cayo Lara en la
pasada sesión de Cortes.
Porque
aquella película narra cómo Metternich, para despejar el camino a
sus manejos, urde ‘distracciones’
--amorosas, en ese caso-- para los mandatarios
reunidos en la Viena de 1814 para
dilucidar el futuro de Europa.
Y
aquí, al olor y en torno de un
sabroso ‘chorizo’ (presunto, pero muy ‘rico’; desde luego), los diputados nos deleitaron exhibiendo sus mejores ingenios dialécticos… con los que, divertidos, le estaban haciendo el juego --como las pillerías vienesas de aquellos dignatarios se lo hacían a Metternich-- al presidiario que no pretendía meter mano al futuro europeo, pero sí metérsela
al de Rajoy
antes
que nos saque de la crisis en que nos hundieron anteriores Gobiernos ineptos.
Era ocasión de oro para la oposición, que se sintió “reina por un día” (fin de la cita), memorable programa
televisivo del año 64 que a la
audiencia encandiló con truculencias
coronadas con final de rosas
(aunque --eso sí-- rosas ‘sin el apellido Díez’).
Pero
la sesión fue entretenida. El discurso del
primer orador resultó una pieza de antología: sólido y bien construido, como a
cualquier periodista (Alemany, por
ejemplo) seguro que le hubiese gustado que tintado fuese por su pluma. Y “El trío de la bencina” (fin de la cita), cada uno en su estilo, también estuvieron “de cine” tratando de encubrir… ”mi debilidad” (fin de la cita; dirían ellos) y descubrir la del vecino…
Lo
malo es que para una opereta vienesa o un programa “reality” de la TVE de los 60 estaría bien todo eso; pero para la gravedad de la coyuntura nacional e
internacional
que vivimos… parece ya menos serio…
En fin: al término del encuentro (o
tal vez ‘desencuentro’ ), los diputados se desearon felices holganzas estivales (porque las
otoñales, invernales y primaverales ya las concluyeron), tan contentos de irse de viaje mientras tantos sufridos menesterosos no tienen ni dónde caerse muertos…
Javier de Fernando sr
NdeR.- Este comentario fue publicado en este blog con fecha 2 de agosto. No obstante, por un error de operación, la página se borró accidentalmente; por lo que hemos procedido a volver a publicarlo con fecha de hoy. Discúlpesenos la incidencia.
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