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Reflexiones pluridisciplinares sobre la actualidad reseñada en los medios de comunicación

sábado, 3 de agosto de 2013

Informe sobre la economía en España: La inexorable Ley de Peter y el Fondo Monetario Internacional





Es abrumadoramente cierta la Ley de Peter que dice: “Los profesionales tienden a alcanzar, con sus ascensos,  su  máximo  nivel de… ¡incompetencia !. ¿Por qué?. Muy sencillo.

Supongamos que X es capaz de desempeñar las tareas A, B, y C correctamente. Y supongamos que le encargan de la tarea A. Evidentemente, como la hace bien y se aprecia que puede  ‘algo más’,  sube de puesto para ocuparse de las tareas A y B. Pero como también se desenvuelve bien en ellas, es nombrado para al cargo siguiente: asumir las tareas A, B y C que sabía hacer. ¡Estupendo!

Pero ¿qué pasa si, porque lo está haciendo bien atendiendo a A, B y C,  vuelven a ascenderle  para manejarse ahora con A, B, C  y D? Pues que, como no sabe lo bastante de la tarea D, renquea en el cargo y, por tanto, ya no piensan en él para nuevo ascenso:  ha  alcanzado su máximo nivel de  ‘incompetencia’,  y ahí se queda.

¿Qué tremendas consecuencias sociales y técnicas tiene esta inexorable Ley de Peter? Pues que llegan a los altos cargos quienes NO están ya capacitados para ellos. Y la comunidad humana, entonces, termina regida por  ‘incompetentes’  de campeonato.

¿Remedio? Ascender NO SÓLO a quienes simplemente hacen bien su cometido, SINO a aquéllos que, por su inteligencia y su preparación SOBREABUNDANTE (por ejemplo, ‘pluridisciplinar’), garanticen que incluso el cargo más alto existente se les QUEDA CORTO aún para sus posibilidades. Y que, por tanto, en ese máximo puesto, sabrán rodearse de ‘especialistas’ que ejecuten labores concretas que…  el jefe’, ¡porque anda aún MUY SOBRADO de saberes y cualidades!, va a coordinar  con coherencia  y con creatividad: es decir, descubriendo las oportunas ‘asociaciones de ideas’ con los datos ‘sectoriales’ que los especialistas le aporten, para alumbrar nuevas hipótesis que resuelvan las incógnitas o problemas que aún subsistan.

Desafortunadamente, éste no es aún el sistema que la Humanidad practica. ¡Y así nos va!

Por ejemplo: tenemos el caso del FMI (Fondo Monetario Internacional) donde, sin duda, habrá eminentes  ‘economistas’ pero que no pasan de ser meros  ‘especialistas’  en lo suyo. Y ¿qué sucede si a éstos les hacemos caso, sin más, en lo que digan sobre la salida de la crisis en España? Pues que probablemente, metiendo sus dictados en una computadora, PARECERÁ que están acertando, pero…

¡Nada tan falso!. Porque la realidad es  muy imbricadamente compleja, y NO se reduce a cálculos SÓLO monetarios, por ejemplo…

Así, y según leemos en la prensa, el FMI ha cargado su computadora con datos y ha  ‘descubierto el Mediterráneo’:  si bajamos los sueldo, quitamos las pensiones, reducimos la asistencia sanitaria para que muera antes la gente, y nos aseguramos  ‘seguir en el machito’  gracias a entontecer a la población mediante escatimarle enseñanza y educación, pues… la  ‘economía’  (y especialmente la  ‘de ellos’,  claro) florecerá.

Pues miren ustedes, señores (o señoras) del FMI: nosotros no somos grandes ‘especialistas’, pero sí somos lo bastante ‘pluridisciplinares’ para regirnos por un sentido común que ‘coordina’, y con ‘coherencia’, las múltiples variables que en la convivencia eficiente y en justicia (y, gracias a esto, en prosperidad y paz) intervienen en el quehacer cotidiano de los pueblos. Y lo que ustedes dicen, NO nos cuadra.

Porque bien estaría que bajaran los sueldos de tantos parásitos (como ustedes mismos, quizá) que se han  ‘establecido’  confortablemente gracias a la inexorable Ley de Peter antes explicada: porque sus sueldos son francamente excesivos y completamente injustificados para el rendimiento que ustedes ‘devuelven’  (que es lo que habría que valorar) a la comunidad humana: ustedes no pueden estar ‘devolviéndonos’ 3 y cobrando 3 millones. Pero que… ¿bajen los sueldos a la muchedumbre de trabajadores gracias a los que ustedes viven tan bien como viven?. Francamente NO.

Y ¿quitar las pensiones? TAMPOCO. Las pensiones son¡lo menos con lo que la comunidad puede agradecer a alguien que se haya estado dejando la vida, día a día, con su trabajar, para que todos pudiéramos intercambiarnos resultados con los que ampliar algo más nuestras tremendas limitaciones existenciales!  Pero... ¿quitarles a ustedes, y otra gente similar, por ejemplo, sus fastuosísimas pensiones… por nada haber hecho sino, en muchos casos, incordiarnos a todos?  ¡Por supuesto que sí ! Empiecen, pues, también en esto, por las suyas.

¿Y la sanidad? ¡Claro: como ustedes viven tan muellemente y, en cuanto tienen alguna ‘gotera’, pueden ‘comprar’ todo un hospital, ¡el mejor del mundo!, para que se la restañen!... ¡Vivan en una choza;  coman  escasa e insípidamente;  trajinen  de sol a sol con sus manos o --si fuesen capaces; cosa que, por lo que se ve, lo dudo-- con su cerebro;  cúbranse  de preocupaciones sobre cómo  ayudar  a cuantos necesitados transiten por su derredor; y  renuncien  a amartillarse un futuro dorado…! ¡A ver si, después, siguen pensando que sobran  atenciones sanitarias!

Y ¿subir el IVA a productos de primera necesidad? ¡Claro! Como… ustedes no comen pan sino confituras, ni compran libros porque se los regalan, ni gastan gasolina porque les sale gratis, ni van al mercado porque frecuentan restaurantes, ni pagan medicinas por lo bien que viven, ni… ¡pues… ¡que suban el IVA!!

En cuanto a la enseñanza y la educación, ya está dicho que reducirla suena a vil coartada para tener al resto del mundo fácilmente esclavizado. Sobre todo si, de paso, hunden a los jóvenes en la ciénaga del hedonismo sexual para que ya sólo piensen en la  ‘monta’   zoológica; o en la desesperanza que lleva a la  drogadicción  y, mediante ella, al servilismo de los transformados así en  zombis  errantes…

¡Renuncien ustedes a sus sueldos! ¡Renuncien ustedes a sus presentes y futuras pensiones o prebendas! ¡Renuncien ustedes a sus fastuosas mansiones y exultantes lujos! ¡Renuncien a su cohorte de alquimistas y cirujanos con quienes disfrutar del PNB (Producto Nacional Bruto) labrado por millones de auténticos trabajadores! ¡Renuncien a viajes oficiales y en  jets  privados! ¡Consuman sólo lo que es de primera necesidad! ¡Y déjense de creerse los  ‘sabios de Grecia’,  y pónganse, con humildad y con coraje,  a seguir estudiando para sacar realmente adelante lo mejor posible a todos los humanos!...  y… entonces, ¡veremos a ver! si siguen recetando  simplismos  tan necios.

Pero, entre tanto, permítanme que, con toda cordialidad pero también toda contundencia,  les mande a paseo.


Javier de Fernando sr



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