La brutal recesión causada por el BCE y la avaricia fiscal obligan al empleo sumergido
Ahora que el Sr.
Aznar, con buen criterio --creemos--, ha planteado la necesidad de una reforma fiscal (es decir, del sistema y
cuantía de los impuestos), el empleo sumergido viene a demostrar que los
economistas ‘oficiales’ no tienen ni idea de la realidad cotidiana que atenaza
a la muchedumbre
de trabajadores que tienen que luchar día a día para poder sobrevivir a base de eximirse de impuestos por la vía de los hechos, mientras
los causantes desde el BCE del desastre económico general se quejan de esto porque ellos siguen cobrando despreocupados unos estruendosamente altos sueldos
o --como el nefasto Sr. Trichet-- una dorada jubilación en la que disfrutar lo amasado personalmente mientras hundía Europa en la más severa
recesión que se conoce.
Nuestro habitual columnista, el Dr. Prof. universitario del
área económica, Fernando
Enebral Casares, ya tiene expuesta en este blog, incluso reiteradamente [véase, como muestra, el escrito que
reproducimos (de nuestro ‘post’ de 6
enero 2011)], la tesis de que bajar los
impuestos y los tipos de
interés es
el modo más fiable de progresar hacia el pleno empleo y la prosperidad general. “Teoría Enebral” que fue asumida y practicada por el Gobierno de Aznar
formado en 1996
con el
éxito que se conoce (demostración del
‘directo’ o ‘por activa’
de la tesis), a pesar de la
oposición de algunos economistas ‘de libro’, como el propio Sr. Montoro,
a quien por eso ahora se lo ha recordado.
Efectivamente, la tesis dicha,
defendida por el Prof. Enebral Casares, ha sido confirmada --por activa y por pasiva-- por la
cruda realidad:
antes de 1996 el ministro Solchaga --que se decía socialista--
mantenía unos tipos de interés de hasta el
14 o más por ciento: con lo cual, se
producía
un enorme trasvase de dinero desde los sectores de producción (apertura y
funcionamiento de empresas) hacia los
puramente financieros
(especulativos; rentistas); de
tal modo que el paro aumentaba, nuestra divisa se fortalecía (porque ‘llamaba’ capital extranjero
con tan altos intereses ofertados), disminuían entonces las exportaciones y aumentaban las importaciones
(por lo que aumentaba aún más el desempleo
nacional), y a aquel ministro, para llenar las arcas de Hacienda --y además de
ofertar ¡ más Deuda
Pública ! a tan altos intereses-- ¡ aumentó los impuestos !, contribuyendo así, aún más,
al colapso económico.
La situación era tan grave, que el dirigente sindical socialista Nicolás Redondo (senior), convencido de estos
razonamientos, convocó huelga general
contra su propio ‘compañero’ de partido el 14
de diciembre de 1988.
Con lo cual quedaba probado
también el ‘recíproco’ o ‘por
pasiva’ de la “teoría
Enebral”: tipos de interés e impuestos
altos llevan al colapso
económico.
Frente a ello, el
ministro Rodrigo
Rato acogió con decisión practicar el ‘inverso’: bajada clara de los tipos de interés y de los impuestos. Y la realidad confirmó que también entonces la “teoría Enebral” acertaba:
bajó el valor de nuestra moneda, aumentaron
las exportaciones y se redujeron las importaciones,
huyó el dinero de los circuitos
financieros (improductivos; especulativos) hacia las
empresas, disminuyó el paro, hubo prosperidad general, y… ¡ también la Hacienda
Pública recaudó MÁS y se redujo el déficit del Estado !.
El ejemplo
español cundió entonces en
Europa y América, y todos los países siguieron nuestros pasos.
Hasta que, poco a poco, el cerril capitalismo masónico, ciegamente avaricioso (que olvida la fábula del ‘rey Midas’: si todo lo reducen a amasar oro, ¡ también ellos acabarán muriendo de hambre !), fue nuevamente sacando la cabeza…
hasta que en 2007, con Trichet en el BCE y Greenspan en EE.UU., ‘reinventó’
lo de subir los tipos
de interés y el que los países subiesen los impuestos… para revalorizar dólar y euro y, con ello, revalorizar sus propios multimillonarios ahorros.
Y ¿qué ha pasado?. Lo
predicho por la “teoría Enebral” expuesta por él desde
finales de los años 80: que eso llevaba a la recesión, la ruina
de las Haciendas Públicas, la eclosión explosiva del desempleo,… hacia el colapso
económico global. Tesis, pues, nuevamente
confirmada en su aspecto ’recíproco’ (o por pasiva): si suben,
colapsan.
Y ¿qué solución
ha planteado ahora Draghi en
el BCE? Pues la misma que se hizo en España
en 1996: bajar nuevamente los tipos de interés. Incluso se han bajado hasta tres puntos desde el nivel a que estaban; tal
Al tiempo, tal como propone
el Sr. Aznar recordando su anterior periplo, y en vista que subir los
impuestos baja la recaudación global y ahonda la recesión,
habrá que ¡ BAJAR ! nuevamente los impuestos. Es decir: la “receta Enebral”.
La cual, y como decíamos al comienzo de este veloz repaso
histórico, también
--y por cierto-- viene a ser confirmada por la incontenible realidad de que la gente ¡ tiene
que sobrevivir ! y, si
es preciso, ¡ trabaja ‘en negro’ ! (es decir: ‘bajándose’
por sí mismos los impuestos hasta el extremo de situarse incluso ‘al margen’ de ellos).
¿Por qué se queja por esto Bruselas, en vez de poner remedio a la
brutal recesión desatada por
ella y su dichoso BCE el 2007
en manos masónicas y de la
‘führer’ Merkel? La respuesta está al final de los recortes de
“EL País” que reproducimos: Bruselas se queja de que la gente ‘sobreviva’ y, con ello, ¡ les estropee su avaricia !
¡No les preocupa la situación --¡¡desesperada!!--
de muchos, ni mueven ni un dedo para remediarla!
¡No se piden responsabilidades
civiles internacionales a quienes desataron el caos por su torpeza o
ignorancia, o negligencia ¡‘culpables’! sin duda… !
Sólo
les preocupa exclusivamente su
bolsillo: ‘expropiar’
lo que ganan los trabajadores con su sacrificio y el sudor de su frente, para seguir así ellos en sus suculentos cargos, pero… ¡
eso sí: sin tocar a los millonarios parásitos
sociales ! que,
empezando por Trichet y su camarilla, es
a quienes habría que ‘expropiar’
, según el brocardo o dicho mundialmente
admitido de “quien la hace, la paga”
(o ¡‘debería’! pagarla)) si se atiende al criterio jurídico de la ‘responsabilidad civil’ por
los daños
infligidos.
El supuesto
incremento del ‘trabajo
sumergido’, que ahora se proponen ‘reprimir’ a toda costa en
vez de ocuparse de ‘rescatar’ de su grave situación económica a quienes han sido víctimas
inocentes de Bruselas y su cohorte,
no viene
sino a confirmar que CUANDO
EL SISTEMA
DE IMPUESTOS O TRIBUTOS ES ‘INSOSTENIBLE’ POR ESTAR SÓLO PREOCUPADO EN ‘RECAUDAR’,
ES ‘DEROGADO’,
POR LA VÍA DE LOS HECHOS, POR UN PUEBLO BASTANTE MÁS SENSATO QUE BRUSELAS.
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