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domingo, 12 de agosto de 2012

Genocidio económico de un BCE al servicio descarado de un IV Reich




Traición, chantaje, especulación y saqueo titulamos el  post  anterior refiriéndonos al aberrante protagonismo que está desempeñando un grupo de extraños personajes que se cobijan en el BCE (Banco Central Europeo) y que: o no tienen ni idea  de economía, o la tienen ‘demasiado’ (y ya nos entienden, ¿no?).

Mas ¿quieren ustedes una buena prueba de la veracidad de lo que denunciamos?

Pues la mejor de todas nos la proporciona el ABC de hoy cuando publica la gráfica que reproducimos al margen. En ella se comprueba que en el 2004 España se emparejó con Alemania (más o menos) en tasa de desempleo. Y que entre 2004 a 2007, Alemania superó a España en esta tasa.

¿Qué sucedió entonces? Que un tal Trichet, Presidente –no sabemos cómo– del BCE y, a lo que se vio, destacado acólito de los que, por lo visto, añoran implantar un  IV Reich  por vía –cuando menos– de dominación económica, se apresuró a inventar aquello de que la inflación se cohíbe subiendo los tipos de interés para reducir el consumo. No era verdad. Nunca lo fue.

Es más cierto que Alemania, según muestra el gráfico adjunto, vio peligrar su hegemonía económica e inmediatamente cursó órdenes a su servil lacayo para que hiciese lo único que podía llevar al colapso de España y otros países: cortar súbitamente el consumo mediante ese vil  truco  de subir los tipos de interés.

Lo acaba de confesar también Angela Merkel (véase también el recorte al margen) según recoge igualmente el ABC de hoy: “sólo la capacidad de vender puede generar empleo, ha dicho. Que es tanto como dar la razón a lo reiteradamente expuesto en este blog: que si se cohíbe el consumo, también se reduce la producción, y se dispara el desempleo, y se arrastra al colapso del Estado.

Por tanto, si Merkel lo sabía (conforme lo demuestra ahora) y Trichet recibió órdenes de provocar la recesión  en  España y demás países  no-germánicos cuando Alemania tenía una tasa de paro en aumento –mientras los demás la tenían en descenso¿no demuestra sobradamente esto que lo único que realmente perseguía Trichet era causar la quiebra de las economías mediterráneas para que solamente preponderase la germana?

Y que, cuando los presuntos nostálgico de un IV Reich  comprobaron que el desempleo tendía a estabilizarse en 2011 para luego ¡posiblemente! bajar, rápidamente VOLVIERON A  ¡SUBIR! los tipos de interés PARA ¡REMATARNOS! cobardemente cuando ya estábamos ¡exánimes!... (véase el duro correctivo que publicamos el 8 febrero 2011 contra Glz-Páramo)

Estos hechos, unidos a la terquedad de Mario Draghi –consocio de Trichet en el G30 (club bancario), y que por esto dice la Agencia Reuters  que está siendo ‘investigado’ (véase recorte al margen)–; terquedad, decimos, en insistir en  la FALSEDAD de que el BCE quiere frenar la inflación mediante hundir el consumo  (véase tb referencia al margen); bien parecen motivo  más que suficiente  para sospechar la  fabulación de banqueros alemanes  para practicar un nauseabundo GENOCIDIO ECONÓMICO: saquear y apropiarse de todos los Estados  no-germánicos.

Lo cual no quita culpa a Zapatero y otros presidentes europeos de Gobierno que  no supieron percatarse  de esta repugnante maniobra de  falsedad económica; ni la quita a que Rajoy, Monti y otros por que no hayan dado ya un sonoro puñetazo en la mesa y revelen, de una vez, que es una burda maquinación:
  
1/  El  pretender que la banca  provisione supuestas pérdidas patrimoniales que ha sido el BCE, y sólo el BCE (y sus compinches alemanes), quien las ha provocado con su atroz política  recesiva. Y aireado y estimulado mediante soez  especulación bursátil. Déjese a la banca en paz, y todo seguirá funcionando.

2/  El ‘obligar’ a subir los impuestos cuando la Merkel los baja (véase nuestros posts  del  2 y 4 sept 2011). [ Súbanse solamente  a esos  parásitos  financieros que cobran (vid. en el margen), por hacer ¡nada!, tanto o más, incluso ¡muchas veces!  más, que la asignación regia; o a gente por el estilo (véanse también las acertadas intenciones del francés Hollande) ]. Es escandaloso que todavía los ministros de Hacienda no se hayan enterado que para  aumentar  la recaudación hay que buscar “muchos pocos, en vez de pocos muchos. Y escandaloso es que aún los ministros de Economía no se den cuenta que la exigencia de  subir  los impuestos es precisamente para causar el colapso económico y poder  implantar   el ‘IV Reich’.

3/  El exigir enjugar deuda pública ‘de la noche a la mañana’ es equivalente a lanzar los  tanques  contra el Estado a quien se le exige ese disparate: causará revoluciones por las que se intentarían justificar intervenciones armadas de la OTAN…  de ‘Alemania’, claro

4/  El bajar los sueldos o las pensiones¿por qué no se los bajan los  perniciosos mundiales  del BCE?. Ya en nuestro post del 8 febrero 2011 se rebatía la  idiotez  de que la rebaja de sueldos contribuye a la reactivación económica (véase el artículo allí incluido, del 5 octubre 1993 en “Ya”, titulado “Contra el suicidio económico”), y ahora  nos  lo ha venido a ratificar  la ONU (véase noticia del 11 de agosto, en el margen).

POR EL CONTRARIO, la  única forma  de salir de la recesión es:

1º/  Demorar el saldado de deudas públicas (aun cuando es correcto vid en el margenlo que propone Mario Monti respecto de reducir en número de funcionarios públicos. La inflación de funcionarios es una mera  corrupción de clientelismo político ‘reptiliano’).
2º/  Demorar el provisionado de devaluaciones patrimoniales (porque esa devaluaciones son muy transitorias siempre que no se meta la zarpa en ellas: se irán  recuperando  por sí solitas).
3º/  BAJAR los tipos de interés (para que haya inversiones  fáciles  en actividades productivas).
4º/  BAJAR los impuestos generales (más aún, el nefasto IVA), y subírselos a los parásitos adinerados. (Para ello, puede arbitrarse un sistema de ‘desgravaciones’ en función de si justifican debidamente el empleo ‘social’ de esos fastuosos y disparatados ingresos o sueldos; y si no, ¡el 75-80% de tributo!).

(A ver si se enteran de una vez los ministros de Economía o Hacienda, y los chupatintas del BCE).


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