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Reflexiones pluridisciplinares sobre la actualidad reseñada en los medios de comunicación

lunes, 28 de septiembre de 2015

El pucherazo culminado por Mas y los suyos en Cataluña les priva automáticamente de todos los votos cosechados pues los han conseguido con el vicio insubsanable del engaño y la coacción






Los chamanes catalanes de la ‘secta suicida’ del independentismo atropellan la democracia como jamás sucedía desde hace 75 años en Europa y festejan su enorme pucherazo con gritos al estilo de las paradas militares nazis


Es increíble que ya entrado el siglo XXI y después de 70 años del suicidio colectivo de la ‘secta’ nazi con la paranoia de Hítler a su cabeza, llegue un grupo de ‘señoritos’ catalanes, masones de pura cepa, desbordados notoriamente por delirios de avaricia, ambición y protagonismo paranoico, y, con la complicidad desde hace más de diez años del PSOE de Zapatero, Rubalcaba, y ahora del guaperas sin rumbo de Pedro Sánchez, nos monten nuevamente el mayor pucherazo contra la honesta democracia que se atropella: el decirnos que les han votado millón y medio (de entre siete millones) de crédulos --cual niños-- catalanes, cuando es más cierto que ese voto es NULO RADICAL POR VICIO insubsanable de consentimiento consciente y libérrimo,  pues que se ha arrancado INFRINGIENDO todas las normas elementales de una AUTÉNTICA (y no payasa) democracia: INFORMAR VERAZMENTE a los votantes DEL QUÉ Y DE LAS CONSECUENCIAS de lo que votan.

Lejos, muy lejos de esto, ese grupo de chamanes catalanes, enloquecidos, han estado desde hace más de veinte años lavando el cerebro desde la escuela primaria a gentes ignorantes y por eso ingenuas, pintándoles un idílico panorama futuro si volvían a la prehistoria  y la noche de los tiempos para quedarse mirándose sólo el ombligo: como si de éste, aislado e insaciablemente avariento, pudieran extraer todo el intercambio de bienes, saberes y voluntades con que se edifica --y sólo así se edifica-- el Estado del Bienestar COLECTIVO, es decir, COMPARTIDO, que es lo único que realmente es CONFORME a la naturaleza humana dentro de nuestro NECESARIAMENTE interdependiente Universo.

Y OCULTAR O ADULTERAR la realidad de esta ineludible NECESIDAD DE COMPARTIR, en sincera SOLIDARIDAD, los diversos bienes y aptitudes y saberes del colectivo terráqueo y humano, ES el mayor ATENTADO contra  los auténticos DERECHOS HUMANOS Y contra su corolario: la honesta democracia basada en LA VERDAD en vez del engaño, la mentira, y… la manipulación --para exclusivo y estúpido (estúpido, pues que siempre será efímero) provecho de quien la hace-- de los más bajos, deleznables, ruines  e irracionales motivos de embaucar: el hacerles creer a los idiotas que ‘¡serán como Dioses!’


Y este enorme pucherazo es el que INVALIDA de raíz la VOTACIÓN de ayer en Cataluña. Razón tiene, pues, la representante de Ciudadanos’ al pedir que se repita: con la verdad por delante y la seriedad que corresponde. Y ninguna tiene, en cambio, sino desatino --como suele--, Juan Luis Cebrián, periodista hecho a los pechos del
entonces Director de “El Pueblo”, Emilio Romero, cuando casual y literalmente escribe en “El País”  de hoy que “Los métodos usados por los promotores  de la ruptura no invalidan el resultado de ayer”: bien se ve que Cebrián, además de malsaber redactar, tampoco sabe Derecho.

Porque el pucherazo se hace: o manipulando los números de lo votado, o… ¡peor aún!, manipulando el propio voto mediante causarle un VICIO INSUBSANABLE de consentimiento que --como es bien sabido hasta por intuición en los bebés de la escuela primaria-- lo INVALIDA radicalmente.

Un pucherazo así no se veía en Europa desde los tiempos del nazismo hitleriano… Y es tremendo, y tremendamente deprimente, que tras 75 años se haya venido a reeditar ayer --pero preparado con la complicidad del PSOE durante años--  en la honorable Cataluña: que, de este modo, ha resultado ser la primera y principal ultrajada y víctima.

No, señor Mas, no: la democracia ayer NO ganó en Cataluña: ¡perdió! Porque usted se encargó --con los suyos-- de manipularla descaradamente: ¡de matarla y enterrarla!.


Prof. Dr. Fernando Enebral Casares




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