Rusia no se merece derribar un avión civil

Lo malo que tiene el dejar armamento sofisticado, de alta tecnología y poder destructivo, en manos de desharrapados que ni siquiera llegan a la categoría de ‘soldados de fortuna’ (mercenarios) porque incluso carecen de preparación para eso, es que actúen como ‘niños con juguete nuevo’ y se dedican a ‘probarlo’ sin importarles cómo, cuándo, ni contra qué, y sin parar mientes en las consecuencias que su insensatez produzca.

Así parece que esto pudo ser --según sólidos indicios-- lo sucedido con el avión civil de la aerolínea Malaysia que ha sido derribado por ‘error’ --imprudencia temeraria-- sobre el espacio aéreo de Ucrania. Hasta el punto que, si se descuidan algo más --y tan sólo ligeramente más--, la aeronave abatida bien pudo ser la del mismísimo Vladimir Putin, que pasó por allí tan sólo --según dicen-- unos instantes después…

Rusia no creo que se merezca este desprestigio: el de prestar armas a oportunistas exaltados.

Rusia es una gran nación, respetable, con una secular historia --no sin turbulencias detestables, desde luego--, que no se merece que algunos irresponsables destruyan su señorío por el jueguecito de ‘a ver qué pasa’ si aprietan precipitadamente un botón de lanzamiento…

La comunidad internacional ‘necesita’ de una Rusia civilizada con la que cooperar recíprocamente, con la honradez e inteligencia propia de seres humanos, que tanto deberíamos diferenciarnos de las bestias de la selva.

El mundo en que todos vivimos no puede ser --nunca deberá ser-- una selva de salvajes.

Mijaíl Gorbachov lo dijo muy sabia y certeramente en una publicación de 1987 (“La Perestroika”, Plaza & Janés, Barcelona (España), págs. 294 y 469, que reproducimos al margen):  

“La interdependencia de nuestro mundo es tal que los pueblos juntos semejan una cadena de alpinistas en la ladera de la montaña. Juntos pueden ascender a la cumbre o caer juntos en el abismo.” (p. 294)

“Los procesos objetivos conducen a que nuestro mundo, complicado y multifacético, esté cada vez más intervinculado y sea más interdependiente.” (p.469)

Por eso Ucrania necesita de Rusia, y Rusia de Ucrania. Y de América, Europa, China, y etc, en honesta reciprocidad. Ya no debiera haber lugar a ‘jueguecitos’ de gente ociosa y descerebrada.

¡Ya somos mayorcitos, caramba! ¡Y bastantes calamidades hay ya en nuestro mundo como para que las aumentamos en vez de remediarlas!.

El atentado aéreo que nos ocupa debería ser el principio del fin de la idiotez ‘separatista’… cuando TODOS estamos llamados a formar una sola ‘piña’ para salir TODOS adelante LO MEJOR POSIBLE.

Y estamos seguros que el Sr. Putin será el primero en estar de acuerdo con nosotros.