Israel no se merece que la vuelvan neonazi
Comprendemos que cuando uno acumula poder y poderío, se enfade mucho si le hostigan. Pero la grandeza humana reside en saber reflexionar a tiempo, y autocontrolarse.
Israel, sus
dirigentes y su pueblo (que los elige como gobernantes), se merece una pausa serena de reflexión.
No tiene sentido, y no se merece, que la vuelvan algo así como ‘neonazi’: émula de ese abominable
nazismo que se encerró enloquecido en un desesperado
y --como se vio-- suicida genocidio racista que primero se cebó en los
judíos pero luego iba a seguir con otros…, y que hizo estandarte del atropello encarnado en las SchutzStaffel.
Cualquier tipo de autoafirmación
de una cualesquiera etnia acaba en racismo genocida de corte neonazi.
Cualquier reivindicación obsesiva de territorialidad
exclusiva y excluyente, termina irremediablemente
remedando al nazismo.
Es la cruel consecuencia del “óptimo de
Pareto”, axioma que afirma que siempre llega un momento en que,
en una distribución de bienes, YA NO
es posible que alguien mejore SIN causar empeoramiento en algún otro.
Es el instante en que se desata una atroz
batalla por la sobrevivencia,
por la cual, imitando a las bestias de
la selva, la pervivencia ya sólo se intenta mediante ‘aniquilar’
a los demás ‘competidores’.
Pero esto NO ES ‘humano’,
SINO --como decimos-- propio de la selva.
El humano,
en cambio, es capaz
de mejorar SIN destruir, y sobrevivir cada vez mejor, pero… COMPLEMENTÁNDOSE:
rompiendo
la maldición del óptimo de Pareto. Haciéndolo
añicos gracias al corazón
y el cerebro. Es lo que
engrandece al humano.
Porque Pareto era,
a fin de cuentas, un ‘paleto’. Que no sabía biología: el valor de
la sinergia. Ni psicología: el empuje de la comprensión y el amor. Y ni
tan siquiera mercadotecnia: que la
mejor forma de prosperar es no provocar
rechazos. En nadie.
Por eso sugerimos modestamente
a Netanyahu que pruebe
a cambiar de procedimiento.
Que, en vez
de ‘machacar’ a todos los palestinos (con lo que sólo consigue que todos se apunten a Hamás), les tienda la mano
y les ofrezca
ayuda para la reconstrucción y desarrollo
de su país (con lo cual desarma
a Hamás). Lo mismo se ahorra un dineral en armamento…
El extremismo radical semita es un fósil
viviente, desfasado en más de veinte tercos siglos, que carece de futuro.
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