Carolina Wozniacki se comporta últimamente como
niñata mimada y creída que lo protesta todo a los árbitros, y etc. Paralelamente, su tenis se ha vuelto mediocre. Y se desplaza con torpeza de pato mareado, de grades zancadas lentas, que no se compadece con los pocos veintiún añitos que tiene.

Ha perdido 1-6, 7-6, 3-6, contra
Kaia Kanepi en la tierra batida del
Grand Slam parisino.
Y podría suceder que la culpa la tenga su padre que, metido a ser su entrenador, parece como si le diese el
latazo padre. Y eso acaba con el más pintado.

Algo así parece pasarle también a
Marion Bartolí, que últimamente, como le ha sucedido en este
Roland Garros 2012, está igualmente que no da pie con bola y pierde, con apariencia nerviosa y descentrada. Como si acabase de tomar un cafelito cargado. Debe de ser que ni con los 190 que dice que cuando niña le asignaron de cociente intelectual hay quien se sobreponga y sobreviva a un progenitor agobiante y de inquieta y un punto errática mirada.

Por su parte
Rafael Nadal ha ganado 6-1, 6-3, 6-4, a
Eduardo Schwank, un argentino de la nueva generación y que tiene magníficas hechuras de juego, audaz e imaginativo. Por lo que le pronosticamos buen porvenir tenístico.
Etiquetas: Carolina Wozniacki Kaia Kanepi Marion Bartolí Eduardo Schwank Rafael Nadal Grand Slam tierra batida París gana
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