Convocatoria 25-S en lugar y objetivo equivocados
La convocatoria 25-S de
manifestación en Madrid denominada “Ocupa el Congreso” y descompuesta
--a lo que se ve-- en cinco
concentraciones callejeras y, sin duda, vociferantes, parece claramente equivocada en cuanto al nombre, lugar y objetivo.
Porque según puede apreciarse en lo ya antes publicado en este
blog, el destino de las protestas no
debiera ser el Gobierno de España,
sino el del Banco Central Europeo (BCE)
que con un increíble engaño (que en
seguida recordaremos) nos ha sumido en
una crisis económica sin parangón en
la Historia (mucho mayor que cuando quebraron las Bolsas en 1929), y con el
aparente propósito de arruinar efectivamente la Europa mediterránea para un provecho ‘muy exclusivo’ de los grandes capitalistas alemanes
cobijados en el Bundesbank y por la
canciller Angela Merkel.
El cínico engaño consistió en decir que el BCE
tenía que impedir la inflación y,
para ello, debía reducir el consumo a
base de aumentar los tipos
de interés, a sabiendas de que éstos NO
son tenidos en cuenta para determinar esa inflación y, por tanto, se estaba
haciendo una flagrante ‘trampa’: la de
aumentar alegremente un componente
decisivo para el desenvolvimiento económico (y para la justicia social), pero
componente que ¡para
nada! se incluye en el cálculo
de esa inflación. Si se incluyese, es SEGURO que YA
NO podría decir el BCE la enorme MENTIRA
de que subiendo los tipos de
interés se rebaja la inflación. El truco está en cómo se calcula esa inflación.
Los tipos de interés son, en efecto, factor fundamental a la
hora de fijar los precios (que NECESARIAMENTE recogen el coste de
FINANCIAR la producción) y, por ende, es tramposo ignorar esta realidad. Si se
tuviese en cuenta, es evidente
que JAMÁS se podría decir que bajarían
esos precios cuando subiéramos
el coste de su financiación.
Por consiguiente, el
BCE ha mentido con premeditación y persistencia, y con el propósito --reiteradamente
declarado-- de reducir el consumo, que es lo
mismo que reducir las ventas y, con ellas, la producción; y con la reducción de
ambas, el despido masivo de
trabajadores; crecimiento súbito del
paro que realimenta el proceso, causa el obvio COLAPSO económico general y, con
él, la QUIEBRA
de la recaudación de impuestos.
En este momento, los
Estados que estaban financiando su actividad económica mediante endeudarse A CUENTA del PIB
(producto interior
bruto o
‘producción global’ del país) que se ‘iba
a generar’ en los
próximos años, se ven en la IMPOSIBLIIDAD
de enjugar
esa deuda según lo previsto. Por
varias razones.
La primera y fundamental es porque YA NO va a generarse la
producción global esperada, sino otra mucho MENOR e insuficiente para amortizar
préstamos.
La segunda es que, en cambio, los gastos públicos (estatales) AUMENTAN rápidamente al tener que socorrer a tantos que caen
súbitamente en el paro y la pobreza, e incluso en trastornos de salud por culpa
de malnutrición.
Y la tercera es que el Estado
ya NO RECAUDA impuestos suficientes porque hay
RUINA en vez de producción de riqueza.
En estas condiciones,
el mayor DISPARATE en que puede caer el causante (es decir: el BCE) de este desaguisado es achuchar
a los Estados (a los que él --el BCE-- y sólo él ha puesto en quiebra) para que
“reduzcan su deuda de un día para otro”, siendo así que ésta está contratada a plazo incluso
largo contando con los futuros PIB anuales y es IMPOSIBLE ‘ADELANTAR’
ese PIB de años venideros
y, máxime, si tal PIB se ve recortado
enormemente por la propia crisis (colapso) desatada por el dicho BCE y sólo
por él.
¿A qué juega, entonces,
el BCE? ¿O es que los del BCE son tan soberanamente estúpidos e
ignorantes que no perciben las
realidades aquí descritas?
Más bien parece que juega, premeditada y corruptamente, a arruinar adrede a los Estados
no-germánicos porque a los capitalistas
del Bundesbank les ha entrado el capricho de arrebatar
a los países mediterráneos todo su patrimonio,
incluido el monumental de la Acrópolis griega, el Coliseo romano, el Acueducto
de Segovia, y etc. O sea: talmente lo
mismo que quiso Hítler. Es decir:
imponer un IV Reich igual de tiránico y genocida que el nazi. Y hasta
impuesto mediante la fuerza bruta de los tanques si es que, por la crisis,
comienzan a producirse revueltas
callejeras que los genocidas germánicos económicos ordenen aplastar.
Por esto decíamos al
comienzo que las protestas populares iban erróneamente destinadas
al Parlamento y Gobierno español, y estaban convocadas en lugar equivocado. Porque deberían dirigirse --pensamos-- contra los verdaderos culpables del desastre, es decir, el BCE, el Bundesbank y el Gobierno alemán; y situarse ante las sedes de estos Organismos o, en todo caso,
Organismos de una Unión Europea que parece esclava de un neonazismo propio
del IV Reich.
Prof. Dr. Fernando
Enebral Casares
(también en: http://fernando-enebral.blogspot.com )
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