Es aterrador comprobar hasta qué punto los modales de Hítler perviven como rescoldos sedientos de llama con que incendiar cada recodo de nuestra convivencia humana
Hítler
sobrevive.
Fue y, por desgracia, parece que sigue siendo el gran vampiro de la convivencia
humana, que, sanguinario insaciable, renace cada noche en las
oscuridades del alma de personas sedientas --enloquecidas-- de ‘hacerse como dioses’ capaces de
impartir la
vida y la muerte, y la forma de cómo sobrellevarlas, a todos y a
todo cuanto y cuantos nos rodean.
Da igual que sea en la política donde sus rebrotes se vean a veces,
o que sea en el mundo de la economía, el mercado y
las finanzas tratando de engullirse cuanto pesquen sin importarles el
mañana desértico de hambruna y desesperación que dejen, o incluso en el asesinato taimado y suicida de las condiciones
ambientales en las que, como ínfimas
pulgas dislocadas, los humanos ¡danzamos y danzamos! saltando de aquí para allá en
vorágine que no sabemos dónde nos conducirá en vez de
hacia dónde deberíamos, TODOS JUNTOS,
encaminarnos…
Hoy hablaremos, sí, de algunos detalles que hemos
visto, con alarma, brotar en la política. Pero mañana, y al otro y al otro, tendremos que referirnos
sin duda a cuestiones jurídicas, del Derecho Administrativo, del Tributario, o incluso del ‘biológico’ con que proteger la
salud de nuestra vida, y que nos impone la obligación de no caer en sandeces demagógicas.
En este ánimo pluricíclico,
empecemos --si se nos permite-- llamando la atención hacia rasgos
deplorables que insensata y --con seguridad-- inconscientemente nos vienen desvelando estos días diversos
personajes del momento.
Así por ejemplo, y sin que el orden de cita tenga otro
significado que el iniciar la tarta por algún lado --da igual que sea por aquí o por allá (con tal que
enterremos de una vez la conocida y parecida frase de la parodia teatral “La venganza de Don Mendo”)--, hemos
visto a Pablito Iglesias (el diminuto es, además de cordial, con objeto de diferenciarle de su homónimo
y ya difunto ascendiente) decir muy enfático que “¡no PERMITIRÉ por activa ni por pasiva que
gobierne ni Rajoy ni el PP!”. Y a uno se le abren las carnes al
dudar qué encerrará verdaderamente ese ‘permitiré’
que en seguida --todo hay que decirlo-- no repitió.
¿Será que hará lo
posible por promover una rebelión o Golpe de Estado callejero , como el
que se tanteó en la antesala de aquellas pasadas elecciones de ya pretérito mayo,
animados quizá por el éxito que tuvo el amotinamiento del 14 de abril de 1931, que
impuso la República incluso mediante incendiar conventos?
¿O es que ya se
cree con los plenos poderes que ungieron a Hítler o Stalin, y que hoy
día asoman por las hechuras de un inmaduro Maduro
venezolano que es --¡qué casualidad!--
quien ha venido, según dicen (Felipe González, sin ir más lejos), financiando al
grupo de diverso modo?
No creo que a Pablito
ni a alguien le venga bien enseñar las orejas de lobo antes de llevarse al huerto el
rebaño de ingenuos.
¡Pues no digamos un
tal Arturo, que ‘advierte’ a los de “Candidatura
de Unidad Popular” (en catalán,
“Candidatura d’Unitat
Popular”: ¡oh cuán original ‘idioma’ es el catalán respecto del
castellano!) que “no podrán quitar Presidentes”! ¿Es que los corifeos que le
rodean le ha hecho ya creer que habita en
el Olimpo ungido por los dioses como
Zeus tronante e intocable, cabalgando sobre todo lo que se le ponga por
delante… para escapar así, tal vez, de la sombra alargada del fisco?
La guinda de esta
breve e irónica crónica la reservamos (sin que los últimos vayan a dejar de ser
por eso los primeros) para Pedro Sánchez, que
se aferra, con todo a lo que alcanza su mano,
a seguir en el machito aunque
haya sido especialmente estrepitoso el desastre al que ha arrastrado a su PSOE,
en su afán también al modo hitleriano de llegar al poder y enrocarse en él ¡como sea!.
¡Modérense sus señorías y vuelvan al buen
tino!, que sin duda les diría cualquier buen Quijote de nuestros
tiempos…
Peso-Press
0 comentarios:
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio