Recaudar impuestos para sobornar a traidores y manirrotos
El Sr. Montoro acaba de patinar por todo lo alto. Abruma
ver su insensibilidad hacia quienes pasamos apuros y los tributos nos ahogan.
Y, haciéndose tontamente el ingenioso, ha dicho que si la Comunidad de Madrid
bajase los impuestos, deber de ser porque le sobra el dinero…
Con
ello, el flamante exministro de Aznar
--que ya hace 17 años, con la típica avaricia
de los ministros de Hacienda con
poco seso (todo hay que decirlo), quiso seguir la senda del socialista (?) Solchaga;
pero se lo
tuvo que tragar y BAJAR las contribuciones fiscales-- parece mostrar lo frustrado que debió de quedar entonces; y en
cuanto ha vuelto a ser ministro
de Hacienda… ¡ las ha subido corriendo !
Y
cuando alguien sensato anuncia una bajada de ellas, le suelta lo de que “debe
de sobrarle el dinero”.
Debe
de ser por mosqueo de no poder él arrebatar ‘Mas’ dinero a la gente honrada y --por
esto mismo-- siempre pobre, y a los ancianitos (pensionistas) que han
trabajado toda su vida por España y resulta que ahora España les aplica con total desfachatez la vieja “estafa
de la pirámide”: a los
primeros viejitos se les atiende
con lo que aporten los últimos asalariados cotizantes; pero cuando ya no
hay
nuevos de
éstos, entonces los viejitos quedan estafados porque
ellos sí que cotizaron pero ahora no quieren DEVOLVERLES nada
de
lo que, en justicia (no, en misericordia), realmente les pertenece como suyo...
Es,
por otra parte, la eterna cantinela de siempre: recaudar, recaudar y recaudar… ¿para qué?
Como dijo el exhonorable Jorge Pujol: para que luego llegue
alguien que mataba, o que amenaza con hacerlo o algo parecido… y que ‘ofrece’ dejar de hacerlo si se le unta bien untado… (Y forzoso es acordarse aquí del unte que reclama el sr.
Mas para así poder seguir costeando sus
privadas ‘juventudes hitlerianas’ que, para más escarnio, airea como razón
‘democrática’…)
Lo
cual, obviamente, cuesta mucha
pasta que… el ‘dios-Estado’
y sus divinos ‘sacerdotisos’ habrán de sacar de aquí y de allá pasando el cazo incluso a quien respire;
o de los ancianitos a quienes, encima, hasta se les PROHIBE la clásica y diminuta satisfacción de ‘echarse un pitillito’ en el bar con los vecinos…
¡Debemos de
haber perdido la chaveta todos, cuando al sensato que vela por sus empobrecidos
ciudadanos rebajándoles los impuestos se le menosprecia y embroma, mientras que
a los traidores y manirrotos se les quiere sobornar --“cría
cuervos…”-- con lo que se les quita
a los honestos…!
Prof. Dr. Fernando
Enebral Casares
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