El Concierto de Año Nuevo 2010
La realizadora de la televisión austríaca, que sustituía al titular enfermo, y cuyo nombre tomado al oído podría ser Karina Fibich, ha hecho una excepcionalmente buena labor en la primera parte del Concierto de Año Nuevo 2010 retransmitido hoy desde el Musikverein de Viena. Recogía en cámara cada uno de los instrumentos, o grupos de ellos, cuyo sonido 'entraba' o sobresalía a lo largo de las partituras, cual si Fibich tuviese a la vista los pentagramas y también ella estuviese dirigiendo la orquesta al unísono con el francés Georges Prêtre, de 85 años. Nunca habíamos visto tanta precisión de realización televisiva de un concierto. Ha sido un excepcional ejemplo de 'enseñanza' musical. Enhorabuena.
En la segunda parte, donde se intercalaba el ballet protagonizado por Eleonora Abbagnato y otras digresiones mientras se oía a la Filarmónica de Viena, ya no resultó tan maravillosamente llamativa esa precisón de enfoques a músicos en cada momento, pero sin desmerecer lo ya hecho.
Georges Prêtre, que con su muy avanzada edad actuó sin atril, demostró cómo debiera ser todo buen director de orquesta: sobrio en los gestos, pero exacto con ellos en dar las entradas y modular intensidades y ritmos. No como algunos que parecen enchufados a una batidora, agitando frenéticamente los brazos arriba y abajo como si empuñasen coctelera en vez de batuta... (Recordamos a Sir John Barbiroli, que incluso 'zapateaba'...).
En cuanto al ballet interpretado por el de la Ópera de París protagonizado por la siciliana Eleonora Abbagnato que los televidentes pudimos contemplar mientras seguíamos en off la música, nos hizo apreciar la enorme diferencia que hay entre presentar el cuerpo humano como expresión de estética, armonía, emoción, sensibilidad, delicadeza, vigor, alegría, brillantez, ¡arte!, ... en vez de mostrarlo (y hasta ensalzarlo), como ahora se estila con aburrida frecuencia, como mera herramienta del apareamiento 'mecánico-zoológico'... .
¿Qué podremos esperar del futuro humano si a nuestros jóvenes, en los institutos públicos, les contamos relatos sobre 'bandas urbanas' que asesinan por disputarse a las hembras (cual si fuesen zorros del desierto), en vez de educarles en valores humanos y en percepciones estéticas como la música o el ballet clásicos?.
El Concierto de Año Nuevo debería ser, mejor que otras memeces y ordinarieces albergadas en libros escolares, pieza para el disfrute y estudio obligatorio en los chavales... .
NdeR.- En las imágenes, el Musikverein donde se celebra el Concierto; el director Georges Prêtre con la Filarmónica de Viena hoy (foto European Pressphoto Agency); y Eleonora Abbagnato con el vestido que lució diseñado por el italiano Valentino .
Etiquetas: Abbagnato, apareamiento, ballet, bandas urbanas, Barbiroli, Concierto Año Nuevo 2010, Fibich, Musikverein, Ópera de París, orquesta Filarmónica, Prêtre, Valentino, Viena, zoológico, zorros
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