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jueves, 27 de noviembre de 2008

El crucifijo es un ejemplo

El crucifijo es la encarnación de un ejemplo a seguir por toda la Humanidad, al margen de las creencias políticas o de cualquier otro tipo que tenga cada uno. Es, por tanto, signo de subnormalidad profunda (dicho sea como diagnóstico, y no como ofensa) el no lograr percibir esto y, por el contrario, tomarlo como pretexto para banderías y guerras...
¿Para guerras? ¡Pero si el mensaje del crucificado era exclusivamente de amor y de paz! De amor y de paz... hasta la propia inmolación... incluso bajo brutales e ignominiosas condiciones de martirio...
De amor y de paz entre todos los humanos... hasta el propio sacrificio y la abnegación propia... ¡hasta el extremo!...
¿Quién puede sentirse ofendido, agredido, por la presencia de este ejemplo universal y de permanente vigencia? ¿No serán aquéllos que ansían degradar a la persona a la condicón meramente zoológica de bestias de la selva que luchan continuamente por rapiñar la propia ventaja a costa de lo que sea?
Pues sucede que la persona humana se diferencia de estas bestias --que, por lo demás, jamás se dedican, como algunos humanos embrutecidos, a maquinar cómo hacer el mayor mal posible por el simple placer de quizá sentirse importantes--; se diferencia, decimos, precisamente porque es capaz de concertarse con los demás para complementarse y con esto enriquecerse todos, en vez de rivalizar y con eso degradarse a salvajes...
Y es este mensaje perenne y universal de complementación y amor, en vez de banderías raquíticas y guerras imbéciles, el que representa el crucifijo y el crucificado, personaje en todo caso histórico que ofreció su vida bajo terrible martirio con tal de dar testimonio de lo que predicaba: la solidaridad tanto mayor con aquéllos más necesitados de ella, el amor sincero entre todos y como fundamento ineludible de justicia social y paz, e incluso la esperanza de plenitud ontológica en eso y no en un hedonismo ruin que nos encierra en nuestra propia limitación de infinitésimos de infinitésimo del Universo...
No comprender esto es no haber comprendido nada. Es no haber salido de las cavernas o no haberse aún bajado de la higuera... Es, en fin, y por decirlo de modo gráfico, una solemne idiotez (nuevamente diagnóstico, y no ofensa) que suponemos que nadie tendrá ganas de poner de manifiesto.
¿O es que habrá alguien que se jacte de no querer amar, de repudiar la solidaridad, de abominar de la justicia social y de la paz entre los humanos, o de alardear de ser un puerco egoísta capaz de atropellar con tal de refocilarse incluso efímeramente?
Si tan 'laicos' algunos se envanecen de ser, quédense con los valores humanos del crucificado y tómenlos de ejemplo para sus vidas y las de todos, ya sean ateos, musulmanes, o judíos.
(Apostilla.- Cuando los judíos reconozcan haberse 'equivocado' con el personaje histórico del crucificado, también serán tenidos, sin duda, por estupendos... si dejan de buscar sólo el enriquecimiento propio...)
Javier de Fernando.- Jurista y periodista

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3 comentarios:

A las 1 de diciembre de 2008, 22:38 , Blogger Unknown ha dicho...

Desde luego el que ha escrito el post no ha entendido mucho de la polémica. El hecho de que Jesus muriera crucificado y fuera un ejemplo de valores humanos no quita para que la Iglesia católica haya cometido muchos abusos de poder y humillado a mucha gente, que se pueda sentir ofendida por tener símbolos católicos en espacios públicos. En España en particular ya sufrimos muchos años donde la Iglesia católica campaba a sus anchas impúnemente. Es hora de poner a la Iglesia y a sus símbolos en su sitio, que no es otro que trabajar por los valores humanos y predicar para la gente que quiera escucharles, pero no la de imponer sus símbolos simplemente por tradición, cultura, o porque llevan ahí mucho tiempo. Este es un debate al que tenemos acceso después de tantos años de silencio.

 
A las 11 de junio de 2009, 23:39 , Blogger Agencia de Prensa ha dicho...

NR.- No entendemos la objeción contenida en el comentario de, paradójicamente, "arcipreste". Porque, si está de acuerdo con el simbolismo universal de 'valores humanos imitables' que representa el crucifijo, ¿por qué quitarlo? Quien quiera ser ateo y anticlerical, y quemar iglesias, mezquitas y sinagogas, y matar a todos los religiosos (vistan hábitos o sean paisanos; y a los budistas; y a los musulmanes; y a todo el que no le deje hacer lo que le venga en gana), deberá --suponemos-- seguir aceptando hoy día --incluso aunque sea judío-- los universales 'valores humanos imitables' que representa el crucifijo y, por tanto, no se comprende que todos sus odios ---como hicieron los fariseos-- los cargue contra Jesús de Nazaret. Salvo que esos 'valores humanos imitables' sean los que precisamente le impidan --¡vaya por Dios! (nunca mejor dicho)-- imponer su nazismo de matar a todo el que no piense como él.

 
A las 4 de enero de 2010, 17:23 , Anonymous Anónimo ha dicho...

El problema o mejor dicho,la polemica del crucifijo,es que la mayoria de la gente interpreta el crucifijo como simbolo del catolicismo y de ahi se deriva a sus acontecimientos historicos(no todos fueron malos ni mucho menos).
Yo me considero Ateo,no creo en la existencia de ninguna divinidad,pero en lo que si creo es en la palabra del crucifijado,la admiro,y si la cruz significa y representa a ese hombre,no tendria motivos para retirarlas de los edificios publicos,eso si,tambien seria justo compartir esa admiracion con otros personajes HISTORICOS(no religiosos) como pudieran ser Gandhi,sta.Teresa,Luther king o Alejandro magno entre muchos otros.

JAMES

 

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