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miércoles, 13 de diciembre de 2017

En mal momento Isabel Zubiaurre se apuntó a negacionista del cambio climático con la borrasca Ana en puertas…




Este 8 de diciembre apareció la  --por lo visto--  meteoróloga de TVE Isabel Zubiaurre entrevistada en el noticiero y diciendo literalmente que  hace 40 años el patrón atmosférico se comporta de un modo muy parecido al actual: aunque la atmósfera cambia constantemente, guarda una serie de características comunes que … pasan décadas y décadas, y siguen siendo las mismas…  Y eso vino a decirlo, casualmente, en vísperas de la formación rápida y violenta de una borrasca que, por esas dos ‘características’  --por repetir palabra que ella decía--  que NO son  --casualmente--  habituales pero que…  ‘ahora’, en cambio, se sospecha que pueden ‘empezar‘ a serlo (y por eso es ‘ahora’ cuando ’empezarán’ a ponerles nombres propios a las de cada año, cual se hace con los ciclones tropicales), se ha dado en llamarla ‘Ana’.

Es decir: que hace 40 años  --a los que aludió Zubiaurre--, jamás  --casualmente--  se daban este tipo  de borrascas que ahora, en cambio, se esperan que se sucedan a troche y moche…

Y ¿acaso esto es lo que  --casualmente, desde luego--   nos vino a decir la insigne  --y ‘nueva’, por cierto, en lides televisivas--  meteoróloga I.Z., de TVE?  Porque parece que ‘el clima’ ha venido a desdecirla… ¡en seguida!

Ha sido, pues, tan mal momento el escogido por Zubiaurre para sentenciar que el patrón atmosférico [de hace 40 años] se comporta de un modo muy parecido al actual, que cualquiera diría que, una de dos: o es que es tan joven que no sabe qué pasaba hace 40 años (o antes); o es que ha sido un ‘fichaje exprés’ de Trump de cara a la cumbre ayer en París sobre el cambio climático, para hacerla ‘negacionistadel holocausto climático al que el bueno de Donald (no, ‘el Pato’ que tanto nos divertía, sino quizá ‘el Pato…so Donald’ que tanto nos preocupa) nos quiere condenar…
 
Pues no será por ende ocioso, visto lo visto, recordar (figura 1) nuestro blog del pasado 4 de junio:


y que tentados estuvimos de reiterarlo cuando el más reciente pasado 14 de octubre el nacimiento y posterior trayectoria del huracán Ofelia (figura 2) en nuestra latitud atlántica volvía a poner sobre el tapete una muestra indubitable del ‘cambio climático’ que YA estamos padeciendo…

Como esto de ahora, con ‘Ana´:  peculiar ‘gota fría’ que ha desatado tan sui géneris ‘borrasca’ (figura 3), y que parece confirmarnos ¡exactamente  lo contrario! de eso de que “pasan décadas y décadas y…  ¡todo sigue igual!”, que nos decía Isabel,… (recordándonos con eso, por cierto, aquel “la vida sigue igual” que nos cantaba Julio Iglesias).

Pues no, señor@s ilustres meteorólogos. No hagan como me hizo Ignacio Font hace 40 años, cuando advertí del inevitable ‘cambio climático’ (figura 1), y él con sorna lo negaba chanceándose… ¡para luego escribir él un libro, poco después,
¡sumándose a mis tesis! (pero ¡sin citarme…!)!

La explicación que les dí a l@s señor@s meteorólogos ya hace más de 40 años, y que ahora los acontecimientos me confirman, es la siguiente (a ver si también Al Gore se entera de una vez…):

 Antes, la mezcla de aire cálido ecuatorial, con el frío polar, se hacía mediante las ‘arrugas’ (rizos) que producía el rozamiento Oeste-Este (por la rotación de la Tierra) de ambas masas entre sí (figura 4). Cizalladura causada porque el aire frío del Polo (que pesa más) se resiste más a ser movido que el más caliente del Ecuador (más ligero), además de, al estar ya en casquete de menor circunferencia, también tiene que recorrer menos tramo en cada giro: de modo que el más frío va por eso ‘más despacio’ y se queda como ‘rezagado (avanzando ‘por detrás’) del otro (figuras 5 y 6, en el hemisferio Norte).

Éste era, estimada Zubiaurre, ‘el patrón de siempre: un rosario de pequeños rizos (figura 4) que se deslizaban a la altura, más o menos, del paralelo 40-50 del Globo. Pero que hoy YA no funciona así.

Ahora el patrón HA CAMBIADO, y el que impera es el de grandes remolinos (figura 7) que llevan el aire caliente mediante ¡grandes recorridos! desde el Ecuador al polo,… y viceversa (figura 3).

Es entonces  --ahora--  cuando (v.gr.) el aire frío polar se ‘escurre’ hacia el Ecuador (figuras 8 y 9). Y como pesa más, se ‘mete por debajo’ del que va encontrando… Al que ‘voltea’ hacia arriba (figura 5).
 
  Al suceder este movimiento convectivo (del suelo al cielo), la rotación de la Tierra lo desvía,.. Y por eso sube en forma de ‘embudo’ (con la parte estrecha tocando tierra), en vez de hacerlo en línea vertical.

Entonces, al irse expandiendo de abajo a arriba, se enfría (según ley termodinámica). Y es cuando condensa el vapor que contiene, y llueve.

Y si todo esto sucede muy rápidamente  (porque la lengua de aire frío es grande y, además, está a mucha menos temperatura que la del Ecuador), entonces es cuando estamos ante un fenómeno ‘simétrico’ (pero opuesto) al que forman los huracanes (figura 1); pero que puede ser ‘casi’ tan violento como ellos.

En efecto: en los huracanes (también llamados ciclones o tifones), los vientos de ‘giro’ alrededor del embudo llegan a 250 km/hora; en tanto que en las borrascas  --conforme acabamos de comprobar--  no pasan de 150.

Y es fenómeno ‘simétrico pero opuesto’ porque en los huracanes  se está produciendo una ‘subida’ (por el centro del embudo) de aire muy recalentado y lleno de vapor (figura 1); mientras que en las borrascas ‘explosivas’ es aire muy frío el que ‘se desploma’ por el eje del embudo, dejando una suerte de ‘vacío’ (baja barométrica) por arriba: hoyo en altura que es el que pretende rellenar, desde los costados hacia el centro, el aire que asciende por la periferia del embudo (al ser desplazado por el frío que baja por el eje).

En los ciclones tropicales (como el Ofelia, arriba citado), el ‘vacío’ se produce, en cambio, por abajo del ‘surtidor’ de aire caliente que… se desparrama conforme va ascendiendo: y el desparrame es lo que representa una ‘expansión’ que condensa lluvia torrencial alrededor del ‘ojo’ del huracán (que se mantiene en calma y sequía).

No sé, en fin, si me habré explicado bien. Pero, por último, disentir con que la línea de nubes que mostraba el Meteosat fuese imagen de ‘la corriente en chorro’ cuasi-estratosférica: esta ‘corriente’ es ¡otra historia! de la  que, si acaso, hablaré otro día (véase, en figura 10). Pero que NO se ‘ve’ mediante bandas nubosas en el Meteosat… (La cosa va por otras historias…)

El caso es, en fin, que como demostración resumida de que la circulación atmosférica (meteorológica) cursa ‘ahora’, más  bien, con grandes espirales (figura 7) en vez de con cadenas de pequeños rizos (figura 4), ha venido ‘Ana’, con su gran remolino (figura 11), a confirmar que la mezcla del aire polar con el ecuatorial YA NO se hace mediante ‘suave y constante’  régimen laminar (figura 4), sino con grandes ‘turbulencias’  que mediante duras sequías y posteriores episodios de lluvias torrenciales, meten el calor ecuatorial hasta el mismísimo Polo, y la gelidez de éste... hasta bien abajo (figuras 3 y 12).

La ‘rueda’ de dientes fríos que ‘antes’ (figura 13) movía desde los Polos  --acompasada como noria de molino--  la atmósfera para mezclarla (figura 10), ya ha pasado a mejor vida, estimada Zubiaurre. Se lo ha mostrado bien a las claras la visita de ‘Ana’ (figuras 3, 8 y 9). Así que no se deje embaucar por el ignorante Trump, y no nos venga con que el patrón atmosférico es ahora como el de hace 40 años… No cuela.


NB.- En la festividad de Santa Lucía  (para que nos conserve la vista…)

Fuente de las figuras:

1,5,10 y 13:  propia






8,9,11 y 12:   tomado de TVE-1



Prof. Dr. Fernando Enebral Casares






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